- El documento establece cinco pilares fundamentales donde se deben concentrar esfuerzos de investigación científica, desde sistemas y servicios de salud, hasta la protección del trabajo, servicios básicos, economía y la resiliencia comunitaria.
Eliminar inequidades que permitan fortalecer la resiliencia de las comunidades más afectadas por la pandemia global de coronavirus; desarrollar estrategias efectivas para que los gobiernos puedan comunicarse con ellas, promover la cooperación y generar mecanismos que permitan su participación en la toma de decisiones a nivel central. Estas son algunas de las líneas de investigación recomendadas por la ONU para fortalecer la cohesión social y la resiliencia comunitaria, uno de los cinco pilares esenciales que conforman la Hoja de Ruta de Investigación para la Recuperación de COVID 19, presentada en noviembre de 2020 por el organismo internacional.
Al considerar que la investigación científica es un elemento central a la hora de generar estrategias que permitan al mundo recuperarse de los impactos de la pandemia global, Naciones Unidas reunió un panel de 250 expertos de todo el mundo, entre los cuales se encontraban especialistas de 38 entidades de financiamiento de la investigación, incluida la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, como representante de Chile.
Como parte de un proceso consultivo global, se trabajó analizando cómo potenciar la investigación, tanto desde el punto de vista científico propiamente tal, como de las posibilidades de financiamiento para llevarlas a cabo. “La Hoja de Ruta proporciona un marco para aprovechar el potencial de la ciencia en apoyo de una recuperación socioeconómica más afectiva, y un futuro más equitativo, resiliente y sostenible”, señala la publicación.
La ONU destaca que la emergencia sanitaria ha puesto de manifiesto desigualdades que han intensificado el impacto de la pandemia: según sus estimaciones en 2020, 71 millones de personas serán empujadas a la pobreza extrema. Para dar respuesta a esta problemática, el documento identifica 25 prioridades de investigación, a la vez que establece estrategias científicas que permitirán apoyar una recuperación que beneficie a las comunidades afectadas por la pandemia.
En concreto, la Agencia participó en el apartado de “Cohesión social y Resiliencia comunitaria”. Durante 10 semanas, el grupo de especialistas -entre los que se encontraba la Directora Nacional de ANID, Aisén Etcheverry-, trabajó delineando estrategias y recomendaciones de focos de investigación. Entre las conclusiones destaca que la pandemia ha exacerbado problemas preexistentes, como inequidades sociales, el sexismo y el racismo, entre otras.
“Participar de esta iniciativa nos brindó la posibilidad de poner al servicio de la comunidad internacional la experiencia de la Agencia respecto a cómo orientar recursos y líneas de investigación frente a situaciones contingentes, como es el caso de la crisis sanitaria que hoy vivimos. Respecto al área específica en la que nos tocó participar, ANID ha financiado históricamente proyectos y centros de investigación en esta línea, permitiéndonos contribuir desde el conocimiento y la ciencia en el abordaje social de la pandemia”, detalló Aisén Etcheverry.
Algunas recomendaciones de investigación incluyen el análisis de las nuevas formas de interacción social generadas por el distanciamiento social, con miras a determinar los impactos que en el largo plazo tendrán todas estas “reconfiguraciones espaciales” en aspectos como la cohesión social.